Lourdes Méndez-Germain y su fórmula visual del tiempo

Texto escrito a propósito de la exposición "Tejiendo el tiempo", de Lourdes Méndez-Germain en la Galería Patio Noble del Parlamento de Extremadura.

Publicado el 15 mayo 2013

Mariam Núñez Más /OnProcesos cuturales.

 

 

 

Una vez más Lourdes Méndez-Germain logra trastocarnos con sus lenguajes pictóricos exquisitos. Lo hace utilizando el

dibujo como escritura en su última etapa y el código binario como pincel en etapas anteriores. Etapas muy creativas y

reflexionadas que culminan en una secuencia de historias enlazadas–dicotómicas pero prácticas que utilizan el salto

como fórmula de engranaje.

Lo que más transmiten sus obras es el movimiento, pero el movimiento que fluye.

He ahí como aparece su afán de tejer el tiempo, una categoría inasible.“Tejiendo el tiempo” es más que una

exposición. Es un momento en la trayectoria de una de las contadas artistas españolas de su generación que utilizan los

nuevos medios como base para sus creaciones. Su trabajo es acucioso, vehemente y elocuente porque, por un lado

integra la condición del artista como ser social y, por el otro, parte de elementos básicos e innovadores para sus ideas.

Al final son esas ideas la base conceptual de una obra que irrumpe como soplo de agua fresca en el panorama artístico

europeo. Es la manifiesta sensibilidad de MéndezGermain la que permite convertir lo pesado en leve. En sus series

Orgánic e Inorgánic (2010-2012), el pasado industrial inspirado por los muelles asturianos posa en formulaciones digitales. Son recreaciones nostálgicas de un momento industrial que languidece. Lourdes ha dejado funcionando una historia, ha

logrado un retrato en movimiento de sus visiones de infancia.

La otra cara de esta exposición que es el planteamiento demsus últimas series de dibujo. Son trazos obsesivos sobre

superficies nobles que, vistos en conjunto, funcionan comomnarraciones gráficas. Es en estas piezas donde atrapa

múltiples realidades y expresa estados emocionalesmrelacionados con un presente inmediato. En sus dibujos se

perciben las preocupaciones urgentes y permanentes: lamsociedad, los valores, y el tiempo, siempre el tiempo.

Es destacable su capacidad para transmitir solidez con unmmedio tan efímero como el digital y contundencia con

herramientas tan delicadas como rotuladores y papelmjaponés. El perfecto acabado de sus piezas (historias)

otorgan una limpieza y rotundidad evidentes en todo elmproceso, desde la plasmación de ideas, hasta su posterior

planteamiento gráfico.

Volvemos a la categoría tiempo para subrayar el aspecto estético de una exposición que relaciona elementos tan

distantes y diversos con una lograda naturalidad y sin un ápice de dispersión. Tejiendo el tiempo es lo que estamos

haciendo ahora mismo, solo que Lourdes Méndez-Germain encontró una fórmula visual para mostrarlo.